Me encontré con mi hermanastra tomando un descanso, sus dedos explorando sus pliegues mojados.Incapaz de resistirme, me uní, lamiendo y gimiendo hasta que ella alcanzó un clímax intenso.
Estaba de descanso del trabajo y decidí dar un paseo por la casa, y conforme subía las escaleras, vi a mi hermanastra sentada en el sillón, mirándola un poco perdida.Le pregunté qué onda arriba, y ella me dijo que se sentía un poco cansada y necesitaba tomar un descanso.Podría decir que algo andaba con ella, pero no quería empujarla demasiado.Así, me senté a su lado y comencé a hablar con ella, tratando de animarla.Pero a medida que íbamos hablando, noté que se estaba excitando mucho.No pude resistirme y decidi aprovechar la situación.Empecé a besarla, y luego bajé a lamerle la concha, lo que la hizo gemir de placer.Seguimos teniendo sexo, y ella alcanzó un orgasmo intenso.Fue una experiencia salvaje y loca, pero definitivamente valió la pena.